lunes, 4 de enero de 2010

Día #27 – 24/09/2009: Beijing. Compras y Pato Pekín

Hoy nos tomamos el día de descanso, así que no madrugamos demasiado y gastamos nuestro tiempo desayunando tranquilamente en el hostal.

Después salimos en dirección al mercado de la seda (Avda. Chang An; Línia1;Yonganli) donde pasamos la mañana regateando y comprando algunos encargos para familia y amigos. Nosotros también nos acabamos haciendo regalos, unos softshells (200Y), anoraks Columbia (200Y) y Spyder (200Y) para el invierno y un par de bolsos. (160Y los dos).

Una vez terminadas las compras volvemos al hotel a organizar las maletas y después nos vamos al centro en busca de algún restaurante para comer Pato Pekín. No nos queremos ir de Beijing sin haber probado este manjar! Como ya es tarde, no encontramos ningún sitio abierto, pero la mayoría abre a las 17:00, así que paseamos por la calle Wangfujing hasta que llega la hora.

Entramos en Wangfujing Quanjude Roast Duck Resturant. (Shuaifuyuan, nº9 - perpendicular a Wangfujing) ya que hemos leído que es un lugar típico para el pato. Subimos en ascensor hasta la planta donde se encuentra el restaurante y entramos. Como acaban de abrir, todo el personal está bastante disperso y tenemos que esperar 15 minutos hasta que nos traen la cartas. El lugar es muy cerrado, sin ventanas, y no nos sentimos cómodos. Tras esperar un buen rato a que vengan a tomarnos nota, nos levantamos y nos marchamos, sin que nadie se percate. Finalmente acabamos comiendo pato en un restaurante de la calle peatonal perpendicular a Wangfujing donde están los puestos de comida. Finalmente pedimos el Pato Pekín y, una vez cocinado, el cocinero viene a la mesa a cortarlo delante de los comensales. La verdad es que está muy bueno, aunque no lo encontramos muy diferente a alguno que nos hemos comido en España.

Estamos felices por el viaje que hemos hecho… pero tristes porque solamente nos separan unas horas de la partida. Después de la comida seguimos paseando, intentando grabar el número máximo de imágenes de nuestro alrededor… para tardar mucho tiempo en olvidarlas. Después, regresamos de nuevo al hotel para descansar, y cerrar definitivamente las maletas.

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