lunes, 4 de enero de 2010

Día #23 - 20/09/2009: Guilin – Beijing. Templo del Cielo y mercado nocturno


Nos levantamos a las 6:00 de la mañana. A las 6:40 nos recoge el taxi que nos llevará hasta el aeropuerto (90Y). Cuando salimos, el taxi ya nos está esperando, así que nos vamos antes de hora. A esta hora, la ciudad ya está despierta, aunque el tráfico no es tan denso como en horas punta. A las 7:20 llegamos al aeropuerto y rápidamente facturamos las maletas y nos entregan los billetes, como siempre, sin ningún problema. Compramos algo de desayunar mientras esperamos el avión. (20Y).

El vuelo sale puntual, aunque como en los últimos vuelos internos sufrimos bastantes turbulencias. Además, algo bastante curioso es que nuestro asiento en el avión no tiene ventanas. Al llegar a Beijing, preguntamos en un par de mostradores de información en el aeropuerto qué autobús podemos coger enseñando la dirección de nuestro hostal, el Pekín International Youth Hostel en la calle Beichizi Ertiao. Nos indican que cojamos el autobús número 2 y que bajemos en la tercera parada (15Y/persona). Así lo hacemos, aunque cuando bajamos del autobús estamos bastante perdidos, ya que estamos en medio de una carretera de 5 carriles con laterales de dos carriles. Van pasando taxis, así que paramos un par de ellos, pero cuando leen la dirección del hostal donde nos vamos a alojar, nos dicen que no saben dónde está y que no nos llevan. Cuando empezamos a preocuparnos, después de haber andado un buen rato con las maletas, paramos a un taxista que tras enseñarle la dirección nos dice que subamos. En Beijing la baja de bandera son 10Y. Tenemos una suerte inmensa con el taxista porque al no encontrar la dirección, nos pide un número de teléfono del hostal para llamarles y preguntar. Además, el taxista sube la bandera para que el taxímetro no siga contando. Finalmente, encontramos el hostal que está en una calle estrecha, que antiguamente habría formado parte de un hutong. Le damos propina al taxista por habernos ayudado tanto y no quiere aceptarla. Nosotros insistimos y finalmente la acepta. Estamos muy contentos de haber llegado.

El hostal está limpio, aunque la habitación es bastante pequeña por lo que nos cuestra encontrar lugar para dejar las maletas. Siendo el hostal más caro que pagamos en todo el viaje pensábamos encontrar algo mejor, aunque también hay que tener en cuenta que estamos en la capital y además, la ubicación es excelente. Ya es tarde, así que preguntamos en la recepción un lugar para ir a comer. De camino al restaurante pasamos por el lugar donde montan el mercado nocturno, de hecho el restaurante está justo en frente. Comemos unas empanadas, arroz frito y ternera al estilo chino (64Y). Como no queremos perder tiempo, al salir del restaurante cogemos un taxi al Templo del Cielo. El primer taxista que nos para cuando le decimos donde vamos nos dice que le tenemos que pagar 50Y. Como ya estamos acostumbrados, salimos del taxi a esperar a otro. Finalmente, logramos parar a otro taxi que nos lleva levantando la bandera. La carrera nos cuesta 18Y.

Al llegar al Templo del Cielo compramos la entrada completa (35Y/persona). El lugar está rodeado por grandes jardines donde hay muchos grupos practicando tai chi. Visitamos todos los pabellones junto con oleadas de grupos de turistas chinos. Paseamos por los jardines, donde varios hombres se nos acercan y nos preguntan de dónde somos. El sol está empezando a caer y empezamos a notar el fresco, así que después de estar bastantes horas caminando por el lugar, decidimos regresar al hotel. De nuevo, cogemos un taxi que esta vez nos cuesta 13Y.

Descansamos un ratito pero no demasiado porque queremos ir al mercado de comida nocturno. Miramos en el mapa dónde está la calle Donganmen Dajie y nos damos cuenta que es la misma calle que donde hemos estado comiendo, así que podemos ir andando. Nos abrigamos y salimos hacia allí paseando. El lugar es curioso y está repleto de turistas. Se pueden degustar pinchos de caballito de mar, escorpiones, cucarachas, ciempiés, saltamontes… aunque tenemos que decir que no había muchos adeptos comiendo estos bichitos. Nosotros optamos por algo más clásico, como los dumplings (10 por 20Y), buenísimos por cierto, rollo de ternera y verduras (15Y), mazorca de maíz (3Y), y un pincho de piña caramelizada de postre (15Y). Con la barriga llena, bien contentos y cansados, regresamos dando un paseo hasta el hotel a descansar.

Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.

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