domingo, 3 de enero de 2010

Día #20 – 17/09/2009: Yangshuo – Yangdi – XingPing – Yangshuo


Hoy hemos quedado con David y Miguel para hacer la bajada en barca por el río Li, así que nos levantamos pronto y desayunamos como el resto de días en el mismo restaurante (32Y/persona).

Salimos hacia la estación de autobuses donde hemos quedado con nuestros nuevos amigos. No nos cuesta encontrar el autobús hasta Yangdi, ya que nos lo ofrecen varias personas al llegar a la estación. Como no nos fiamos por experiencias anteriores, vamos a preguntar a la taquilla y el taquillero nos indica que subamos al bus y que allí nos cobraran. Él no vende los billetes directamente. Ya en el autobús nos intentan vender el descenso en canoa, pero nosotros lo rechazamos amablemente. Al llegar a Yangdi, después de algo más de una hora de trayecto por carretera y después por un camino en obras, hacemos grupo con otra pareja de extranjeros que también ha llegado en nuestro autobús para negociar el precio con unas mujeres que nos hacen de intermediarias de los barqueros. Aunque intentamos ir a hablar directamente con uno de ellos, nos mueve la mano, indicando que no quiere hablar directamente con nosotros. Finalmente, después de más de 15 minutos negociando el precio, pagamos 35Y/persona por dos barcas, una para nosotros cuatro y otra para la otra pareja..

El día es claro y hace bastante calor. Antes de coger la barca compramos un agua (4Y) para refrescarnos por el camino. El paisaje es realmente precioso, ya que se avistan montañas a ambos lados del río. Además, como es bastante temprano (10:15) no hay muchas barcas bajando el río. Durante el descenso pedimos al barquero que pare para bañarnos. Y así lo hace. Nos quitamos la ropa sin pudor y nos tiramos contentos al agua. Esto nos sirve para refrescarnos y para pasar un rato divertido, persiguiendo patos, bajo la atenta mirada de otros turistas, la mayoría chinos, que se extrañan de vernos en el agua. Justo antes de llegar a Xingping observamos el paisaje plasmado en los billetes de 20Y.

Finalmente, después de unas cuatro horas de descenso llegamos a Xingping. Paseamos un rato por el pueblo, aunque hace mucho calor, así que decidimos parar para comer. Entramos en un hostel que anuncia pizzas a la entrada. Su nombre es This Old Place Int'l YH y realmente valió la pena, porque las pizzas las hicieron en horno de leña, y además la temperatura era agradable. Cuando salimos, caminamos por Xinping hasta que encontramos un autobús que va hasta Yangshuo. (5,5Y/persona). Durante el camino nos quedamos dormidos, así que el trayecto se nos hace corto. Ya en Yangshuo, vamos primero a tomar algo (84Y) y después, de camino al hotel conocemos a una pareja catalana con quienes nos sentamos a charlar con ellos. Nos cuentan su viaje, experiencias de otros años… y charlando se nos hace de noche. Corremos a ducharnos, ya que hemos quedado para ir a ver el espectáculo de luz y color “Impressions” (188Y/persona) del director Sanjie Liu, el mismo director de la ceremonia de inauguración de los JJOO de Pekín. A las 20:30 nos recoge la furgoneta para llevarnos al lugar del espectáculo. Cuando llegamos hay muchísima gente esperando que empiece la función. Se trata de un espectáculo con el escenario natural más grande del mundo, con el Yulong River y las montañas cársticas como decorado. El espectáculo en sí mismo es espectacular, por la combinación de colores y organización de los cientos de participantes, aunque nosotros no lo disfrutamos, y personalmente, no lo recomendaría encarecidamente. Todos los espectadores chinos no pararon de hablar durante el espectáculo, de levantarse de sus sillas para hacer fotos, de tal forma que tapaban la vista del resto, de empezar a irse cuando todavía quedaban 5 minutos de espectáculo. En aquel momento nos parecieron las personas más maleducadas del mundo. De hecho, solamente los turistas extranjeros nos esperamos hasta el final de la obra, así que salimos de allí entre enfadados y decepcionados.

Como hemos ido a ver el espectáculo con Miguel y David, volvemos a Yangshuo y vamos a cenar unos pinchos. Hace tanto calor y humedad, que el propio restaurante ha instalado un ventilador gigante en la calle. Finalmente, nos despedimos de nuestros amigos y regresamos al hotel a descansar.

Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.

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