domingo, 3 de enero de 2010

Día #15 – 12/09/2009: Lijiang – Dali


Después de hacer el check-out, salimos de la Old Town y cogemos un taxi hasta la estación de autobuses de larga distancia (8Y). En Lijiang hay dos estaciones de autobuses, la de larga y corta distancia. Desde las dos estaciones salen autobuses hacia Dali, pero preferimos a la de larga distancia porque salen con más frecuencia. Compramos dos billetes para ir a Dali (39Y/persona). El autobús parte a las 9:00, y todavía son las 8:15, así que decidimos ir a la caza de desayuno.

Nos extraña que alrededor de la estación no haya puestos callejeros, así que vamos a comprar un churro y tres panes al vapor (4Y), a un lugar parecido a un bar. Combinamos los panes con chocolate y unas galletas oreo que resultarán ser de imitación (17Y). En toda China el chocolate es muy caro y, desde mi punto de vista, de mala calidad. Si queréis comprar chocolatinas, la mejor marca es Dove.

Nuestro autobús sale de la puerta 1. Cuando llegamos, el autobús resulta ser un minibús, con un micromaletero que ya está lleno, así que tenemos que subir las maletas con nosotros. Además, no quedan asientos contiguos, por lo que tenemos que sentarnos separados. Es un poco molesto viajar en este tipo de autobuses porque está permitido fumar, lo cual es bastante desagradable para un viaje un poco largo. El conductor también es fumador y durante el trayecto fumará siempre que le apetezca.

El viaje dura unas 3 horas y el autobús nos deja en la carretera de camino a Dali. Justamente en el paseo en construcción que concluye en la entrada de las tres pagodas. Al bajar, quedamos un poco desconcertados, porque no hay nada alrededor, ni tampoco pasa ningún taxi. Vemos a un señor con el coche parado que parece estar a la caza de alguien para llevar a la ciudad. Nos mira, pero no nos dice nada. Cuando vemos que va a arrancar el coche corremos hacia él y le preguntamos si nos lleva hasta la ciudad. Sin negociar el precio nos subimos, ya que no tenemos otra alternativa y le señalamos en un mapa que queremos ir hasta la zona antigua, situada en el interior de la muralla. Nos deja bastante cerca. Le pagamos 10Y por la carrera y el conductor queda muy contento.

Como vamos con las maletas por el centro del pueblo varias personas nos paran para ofrecernos hotel. Esta vez no nos fiamos y vamos directamente a buscar el No 3 Guesthouse (Huguo Lu), con tan mala suerte que cuando conseguimos llegar, el edificio está en obras y un cartel anuncia que se han trasladado. Seguimos buscando. Entramos en uno en la misma calle pero la habitación nos parece muy cara (228Y). Seguimos andando y finalmente encontramos el cartel de Youth Hostel. Es el Tour Seasons Internacional Youth Hostel y está en el No.26, Renmin Road. Por una cristalera vemos a un hombre de unos 60 años conectado a internet y le preguntamos qué tal está el lugar. Nos dice que es muy limpio y está bien de precio, así que vamos por la otra puerta y entramos en la recepción, donde nos dicen que ya no quedan habitaciones estándar (80Y), pero si de 120Y. Le pedimos que nos enseñe la habitación. Es grande, con un pequeño sofá, hay toallas limpias y además el desayuno está incluido. También tienen Wi-Fi. Nos quedamos!! En todos los hostales donde hemos dormido hemos tenido que pagar por adelantado todas las noches, además de dejar una cantidad de depósito, que generalmente son unos 100Y que al finalizar la estancia devuelven sin problema. Generalmente no se puede pagar con tarjeta de crédito, así que es bueno ir controlando la moneda que nos queda para no tener problemas a la hora de hacer la reserva.

Son algo más de las 14:00, así que vamos a buscar un lugar para comer. La misma calle del hostal está llena de restaurantes, así que no nos cuesta encontrar uno que nos guste a los dos. Entramos a uno y además tienen la carta en inglés! Genial! Pedimos arroz con curri, rollitos de Yunnan y pollo con pimiento (45Y).

Después de comer alquilamos unas bicis. Nos piden 13 por cada una, pero como es la tarde finalmente nos las dejan por 10Y/bici. Empezamos a pedalear dirección norte por una carretera muy ancha. Pasamos por delante las tres pagodas y avanzamos hasta que la carretera se acaba. Todavía está en construcción. Entramos por un camino y seguimos pedaleando entre campos de arroz. El paisaje es precioso. Además, hay muchos campesinos trabajando en los campos por lo que nos vamos parando a observar cómo trabajan. El calor es sofocante y es que todavía estamos a casi 2000 metros de altura. Por el camino nos encontramos con muchas plantas de marihuana que crecen en los márgenes de los campos de arroz y también con ejércitos de grandes arañas colgadas en sus telas entre los árboles. Continuando por los campos de arroz y tabaco entramos en un pueblecito donde vemos como una mujer está extendiendo el arroz en el suelo para secarlo al sol. Nos sentamos en una sombra a descansar y pronto llega una segunda campesina cargada con más arroz a la espalda. Ellas se sientan con nosotros a la sombra y aprovechamos para darles unas toallitas frescas que llevamos a la mochila. Les hace mucha gracia, y las usan para limpiarse la cara. En el pueblo encontramos una tienda y compramos dos polines a una niña que nos los sirve. Estamos toda la tarde visitando varios pueblos pequeños entre campos de arroz. Cuando llegamos de nuevo a Dali todavía no son las 19:00, hora en que tenemos que devolver las bicis, así que damos una vuelta por la ciudad antigua con ellas, llegando hasta la puerta sur de la muralla que rodea la ciudad. Parte de ella todavía se conserva tras ser construida durante la dinastía Ming.

Después de dejar las bicis nos vamos a descansar al hotel, y después seguimos paseando por la ciudad, ya de noche. En la misma calle del hotel cenamos una pizza en el Bad Monkey y un par de cervezas (67Y). Si no os apetece comida china ésta es una de las mejores alternativas, ya que las pizzas son excelentes. El dueño del restaurante es americano, así que saben cómo cocinarlas. Solamente destacar que son muy lentos en el servicio. Cenando en este lugar, nos ocurrió una anécdota. Una mujer que vendía zapatos y fundas de cojines al lado de donde cenábamos se nos acercó a ofrecernos hachís. Por supuesto, nosotros lo rechazamos. En China el consumo de marihuana o hachís está penado con cárcel.

Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.

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