Día #12 – 09/09/2009: ??? – Zhongdian (194 Km)

Hoy nos levantamos temprano para darnos un baño en las aguas termales del hotel. Esta noche hemos pasado algo de frío, así que el baño nos sienta fenomenal. El hotel no dispone de duchas, pero si de unas pequeñas habitaciones con baños termales. Como nos ha gustado tanto esto del agua caliente, decidimos ir a por nuestro jabón y bañarnos. La verdad es que a primera vista, los baños no tenían muy buena pinta, pero se nos olvida rápidamente.

Nos marchamos sin desayunar. La familia nos ofrece un gran bol de arroz pero lo rechazamos amablemente. Hoy llegaremos hasta Shangri-la y para ello iremos bordeando todas las montañas por una carretera en construcción. Gracias a la altura, a medida que avanza el viaje, podemos disfrutar de las vistas del valle donde hemos dormido. Durante el camino hacemos un par de paradas para estirar las piernas. Cuando entramos en la provincia de Yunnan tanto Bere como yo estamos en el coche dormidos. Hasta Shangri-la encontraremos algunos tramos de la carretera ya asfaltados y otros no.

Shangri-la, también conocida como Zhongdiang, es el único pueblo tibetano de esta provincia. Está situada a 3380 metros sobre el nivel del mar y es una de las entradas al Tibet. Tenemos la sensación que la ciudad ha crecido muy rápido, perdiendo algo de su encanto. Ya son las 13:00, así que primero dejamos las maletas en el hotel, nos despedimos de nuestro conductor, que regresa a Chengdu, y nos vamos a comer con el guía. Cogemos un taxi del hotel al Old Town (6Y), y allí vamos a comer a un restaurante tibetano donde degustamos: Yak frito con verduras, una especie de carpaccio de Yak cocinado al vapor, albóndigas de Yak y también una ensalada de setas y col.

Después de comer nos vamos a visitar el Monasterio de Ganden Sumtseling Gompa. Cogemos un taxi hasta la entrada desde la Old Town (6Y) y allí encontramos las taquillas para comprar la entrada. (85Y/p). Un autobús, cuyo precio está incluido con la entrada, nos lleva desde las taquillas hasta la entrada del Monasterio. Pese a que el monasterio está formado por 20 templos y todo el complejo es impresionante, quedamos decepcionados por la visita.

Para el viajero que no ha visitado todavía ningún otro monasterio tibetano, éste es impresionante y muy parecido al Potala, aunque muy turístico. Es imposible evitar grandes grupos de turistas chinos dentro de los templos, y por los alrededores. El que hubiera tanta gente quitó un poco de magia a la visita. Después de haber visitado los días anteriores los monasterios solos, nos resultó extraño encontrarnos tantos turistas en este lugar.

Después de visitar el templo, regresamos a las calles de Shangri-la. Disfrutamos de bailes típicos en la plaza mayor, donde grandes y mayores bailan hasta bien entrada la noche. Paramos a hacer una cerveza en un bar desde donde se observa una de las mayores ruedas de plegarias de China. Después de este descanso proseguimos paseando por las calles. Curiosamente encontramos una tienda de quesos, fundada por una americana, que vino a vivir a aquí y les enseñó a fabricar distintos quesos. Paramos a cenar unos pinchos y unas cervezas. (40Y) y después cogemos un taxi hasta el hotel (6Y).

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